Título: JUGUETES LÍRICOS

Autor: JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE

Año de Publicación: 2025

Colección: Poesía

 

ISBN-13: 978-84-18566-62-2

 

Editorial: Rilke

https://edicionesrilke.com

 

PVP: 16 Euros (IVA Incluido). Puedes adquirir el libro en tu librería habitual y en nuestras librerías en internet.

 

Págs. 170

 

 

RESEÑA:

Por favor, la próxima vez que visiten Madrid lleven a sus hijos al Prado, no al Reina Sofía. Pero en fin, ¿yo qué sabré?, allá ustedes…

 

 

EL AUTOR:

José Carlos Turrado de la Fuente (Valladolid, 1980) es profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Las Salinas de Laguna de Duero. Ha publicado más de cuarenta libros de todos los géneros. Tres poemarios suyos (Égloga del Órbigo y otros poemas, Exequias castellanas, La mandolina) fueron incluidos en la selección de la Asociación de Editores de Poesía de los años 2022, 2023 y 2024. Asimismo, Exequias castellanas fue premiado como mejor libro en lengua española por la AEP. En 2024 su libro Danzas ha sido galardonado con el IX Premio Internacional de Poesía Álvaro de Tarfe.

JUGUETES LÍRICOS
José Carlos Turrado de la Fuente

Hay libros que se leen. Este se respira.

Juguetes Líricos es un poemario que late con la fuerza de los grandes clásicos y la urgencia de lo contemporáneo. Seis fábulas en verso —algunas breves como un suspiro, otras extensas como una noche de insomnio— tejen una sinfonía sobre el amor imposible, la belleza condenada y la memoria que se niega a morir.

Un cervatillo extraviado encuentra un jardín imposible habitado por ninfas. Un comandante español fantasmal recorre las ruinas de Cartagena tras derrotar a una armada británica. Un pájaro canta sonetos perfectos a su amada sin saber que ella yace asesinada. Una labradora del Toboso espera en vano al caballero que nunca llegará. Caravaggio habla desde su tumba sobre la gloria que se convirtió en hambre. Una mujer de cabellos de oro pierde su luz mientras el poeta grita preguntas al vacío.

Turrado de la Fuente escribe como quien forja espadas: con precisión de orfebre y fuerza de herrero. Sus versos saben a aceite de oliva recién prensado, a tierra de Castilla después de la tormenta, a sal en la herida abierta. Su métrica es tan perfecta que parece respirar sola; sus metáforas tan físicas que duelen en el cuerpo; sus historias tan antiguas que parecen inventadas ayer.

Este no es un libro nostálgico. Es un libro necesario. Demuestra que la poesía puede contar historias épicas sin perder intimidad, que puede ser clásica sin resultar anticuada, que puede doler sin caer en el sentimentalismo barato.

Para quienes aman la poesía, Juguetes Líricos es un festín: romance, soneto, décima, silva… todo el arsenal de la tradición española puesto al servicio de una voz única. Para quienes apenas la descubren, es una puerta de entrada generosa: aquí hay aventura, amor, muerte, humor, rabia, ternura. Aquí hay vida.

Leerlo es como entrar a un jardín donde las rosas crecen en el núcleo de los claveles y el tiempo se detiene antes de convertir la belleza en ceniza. Leerlo es escuchar el canto de quien sabe que nadie escucha pero canta igual, porque callar sería morir dos veces.

Juguetes Líricos no es entretenimiento. Es medicina amarga y necesaria para un mundo que ha olvidado cómo nombrar lo que duele.

«Aquí el verso no adorna. Hiere.»

EXTRACTO DE LA OBRA:

 

 

Cuando algún cervatillo desnortado

desoye los llamados de su madre

de vez en cuando da con un jardín

silvestre en un allende deslumbrante,

y al ámbar del ocaso, harto dorado,

junto a los rayos del astro en bostezos,

aéreos frutos, senda, va siguiendo,

cansado, mas feliz, aventurero.

Es un vergel extraño, ruiseñores

construyen con su trino como niebla,

y alfombran el tupido de la grama

los pétalos que anuncian a la almendra,

y huele el viento sin abajo, arriba,

sin rumbo, sin izquierda y sin derecho,

a la dulzura cruda de la nata

y al pródromo dichoso de un ensueño,

a acebos como intrusos en madroños,

a rosas en el núcleo de un clavel,

al melocotonar que da manzanas

y al cándido jaral hecho laurel,

las malvas se descuelgan telaraña

como entre lianas locas e imposibles,

y lluvias leves de las buganvillas

gotean cual celliscas invisibles,

y salvia, junto a menta y limonero

ajustan apogeo del olfato,

aturden paladar, fomentan gusto

por donde avanza célibe el cervato.

Arroyos de la nieve reguerean

y entraman recovecos y remansos

donde ninfeas, juncos y papiros

al aire de un hechizo dan descanso,

y un álamo espigado y generoso

da sombra a una muchacha de belleza

que no se debe ver, pues que enloquece,

que es Héspere, que acá crepusculea.

“Venado benjamín”, la ninfa llama,

“¿qué es lo que haces aquí, así, tan solo?”,

le allega un rezumar de albaricoque

que chupa con agrado el buen pipiolo,

relimpia aquellas manos de delicia

que luego ella se lleva al sutil cuello,

las perlas afrutadas con los labios

disputan el galón de caramelos.

¡Su voz es tan harpada, tan hermosa!,

con sólo musitar las aves todas

son un ovacionar despendoladas

después de pausas graves, silenciosas,

canarios de lutier magno y lombardo,

jilgueros de alcazaba nazarí,

y cerca está Eriteide, también ninfa

que se columpia en olmos tan feliz.

“¡Qué bambi tan bonito y tan goloso!”,

bromea como su melena al céfiro,

descúbrese lozana la piel blanca

con tan voluptüoso sentimiento

que cuando salta ufana del trapecio

el cérvido cachorro se le acerca,

la dama lo alimenta con caricias

y le concede un beso de inocencia.

El tiempo se ha parado, y mariquitas

trasladan su morada en amapolas

al carrizal do escena emocionante

impera con infancias tan gozosas,

y olvídanse las garzas de pescar,

y las carpas se asoman al Poniente,

y en violas transparentes de un lilar

se posa una falena adolescente,

y olvídase la marta de cazar

y las percas intuyen las estrellas

que, tímidas, a poco se colocan

en sus tronos de mística belleza.

Entre las ninfas el infante en rozo

se arrulla sobre un nido de cantueso,

se ovilla en su feraz y nuevo hogar

y ellas dibujan en trazo el bostezo,

y desde un sauce sale, como un trance,

la hermana que faltaba a la jornada,

que es Egle, fantasía pelirroja

que súmase a la trinca arrodillada.

De pronto el tiempo vuelve como siempre,

el cervatillo díscolo se ha muerto,

las ninfas se convierten en cardales

y el mágico jardín es un desierto.

 

 

OBERTURA

 

Metrónomo, diapasón,

amanece en mi taller,

la guitarra en mi regazo

y en mi mente la mujer,

con la púa entre los dientes,

en las tripas el plumier,

me preguntan el secreto,

yo respondo, ¿cuál va a ser?

Dime, Dios, ¿estás ahí?,

sale el sol, ¿fue por mi fe?,

el ayuno sincopado,

rabia el ámbar por la tez,

gallo, el horizonte, alondra

y la sombra en su esbeltez

me demora en intenciones

urgidas por perecer.

La primera en saludarme

es hoy Circe en su tejer,

mientras zurzo mis minucias

me avasalla sin cuartel,

no recito el vello suave

sino el ruido del quehacer,

tanta paz que hube ganado

se comienza a disolver.

¿Qué no haría a estas alturas

por al tálamo volver,

regresar hacia tu cuerpo

tendido en mi timidez?

Más íntima la nostalgia

deniega su responder

y la umbría solitaria

preludia el anochecer.

La cafetera italiana,

borborigmo sobre el fuego,

matinal bandoneón

con fragancias de un ensueño,

hoy entero un cancionero

saldrá de mi turbio empeño,

como esmero, amaneciente,

que retorna hasta tu lecho,

humo acerbo y cigarrillos en acecho

y pereza y la paloma y el zureo,

y tú misma, juvenil, cantando ufana

un susurro destemplado y veraniego,

fuera tenue la mañana

y algún trino como un credo

en fresca titilación,

que tiritas en silencio,

el camisón y la bata,

la respiración y el cuerpo.

¡Qué sencilla que es la vida y qué apogeo,

rediviva, renacida, como un juego!

Soy fantasma hecho de trazos

que manejas con tus dedos,

que sujetan una taza

y te mesan sibilantes los cabellos,

mientras los ojos alacres

espabilan y entreveran mil reflejos

más allá de los vitrales

de un bucólico aposento,

y un sardónico bulbul y un carbonero

que se esconde en el socaire de algún seto,

y el jilguero en los cardales

del tapial del cementerio,

sale el coche del zaguán

de tu vecino gallego,

y luego un parhelio caldo

es un crisol telonero,

piedra, aldea leonesa,

la bodega y el labriego,

soledad, la vida breve, los recuerdos,

recital enmarañado por el pelo.

Frases de mandolina

arreglo mientras entras en la ducha,

¿cómo suenan las gotas

que surcan tus espaldas diminutas,

resbalan por tus dedos

y pronto son diamantes que deslumbran

a este arrapiezo fato

que en un fado de mármol te disfruta?,

albero de vapor,

la voz que canturrea,

y gira apasionado

tu canto y te despierta

y en tanto me deslizo

entre tus senos breves de locuela

violines hacia el vientre

emprenden nube en la licuada orquesta,

amoratadas flautas

por el cantil del muslo cabriolean,

renace rizo a rizo

un rezo acuátil de placer y terma,

carnal la delación,

una fruición traviesa,

un dardo de candor,

una sensual cadencia;

mas presto el sumidero

me acucia, y amenaza la lujuria,

¿por qué siempre es efímera

la diáfana coral de la Natura?,

misérrima harmonía

que sólo con sonar de suyo ensucia,

quisiera ser inerte

e inope candidez mi tesitura,

luciente admiración,

musitación translúcida,

mucílago callado

cernido en tu blancura.

¡Silencio, sólo tú!,

prosigue el aria, ¡fuera el instrumento!,

se escucha sólo el agua

y bañan nudas coplas los espejos,

melismas andaluces,

sencidas seguidillas y requiebros,

tan sólo melodía;

aficionada, vibras sin libreto.

Amor, ¿cómo te llamas?,

las letras y un borrón,

los ojos y el reflejo

enorme alrededor

de las pupilas limpias,

sin brío ni emoción:

eres un lienzo nuevo,

mandorla un corazón.

Mi vida, ¡di tu nombre!,

escancias con aceites

tus manos adventicias,

y luego con afeites

ingenuos te compones,

te secas los relentes

y te llenas las venas

de sangre incandescente.

Amor, no salgas nunca,

sosiégate aquí dentro,

PUEDES ADQUIRIR EL LIBRO EN TU LIBRERÍA HABITUAL O EN NUESTRAS LIBRERÍAS

Información tras publicar un libro: JUGUETES LÍRICOS de JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE con la editorial de poesía Editorial Poesía eres tú.

JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE logra publicar un libro de poesía, JUGUETES LÍRICOS, tras un proceso de selección de obras con la Editorial Poesía eres tú.

Todos los derechos del libro JUGUETES LÍRICOS pertenecen a JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE tras publicar un libro con la Editorial Poesía eres tú.

Publicar un libro de poesía como JUGUETES LÍRICOS de JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE es posible gracias al trabajo de todo el equipo de la Editorial Poesía eres tú.

Toda la promoción del libro JUGUETES LÍRICOS la puedes ver en la página de la Editorial Poesía eres tú y en la web que la editorial la hace a JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE tras publicar un libro.

JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE agradece a la Editorial Poesía eres tú y la Agencia del libro por facilitar el trabajo de publicar un libro: JUGUETES LÍRICOS.

La Editorial Poesía eres tú y JOSÉ CARLOS TURRADO DE LA FUENTE agradecen la colaboración de los poetas, que han conseguido publicar un libro, y lectores del libro JUGUETES LÍRICOS por su colaboración en la promoción y difusión de la obra.